Subsistencia de los Matsés

Los Matsés practican la agricultura de roza y quema, normalmente en una zona situada fuera del pueblo. Su dieta consiste en plátano, maíz y mandioca, complementados con frutos del bosque, pesca y caza. Las principales bebidas de los Matsés son el Chapo y la Chicha.

EL CHAKRA

Los huertos de roza y quema de los matsés, conocidos como "chakras", suelen estar situados a poca distancia a pie o en barca de la aldea. En sus huertos crecen una gran variedad de cultivos, incluidos productos básicos como el plátano y la mandioca. La mayoría de los días, las mujeres Matsés y sus hijos visitan sus huertos y recogen alimentos para la familia. Las madres también aprenden, enseñan a sus hijas y transmiten estos métodos agrícolas a la siguiente generación: la transmisión ancestral en acción.

CHAPO.

El chapo se bebe a diario en los pueblos; cuando los parientes y amigos visitan las casas de los demás, a menudo se les ofrece chapo; ya sea por la mañana o por la noche, la bebida desempeña un papel central en la cultura Matsés. Se hace hirviendo plátanos y se cuela la mezcla acuosa para obtener una deliciosa bebida dulce que puede consumirse tanto caliente como fría.


CHICHA

Conocida en toda Sudamérica, la chicha es una bebida fermentada o sin fermentar elaborada con distintos granos, maíz y frutas. Las distintas etnias tienen su propia forma y estilo de hacer chicha, los Matsés utilizan maíz seco y plátano en su receta.

EL PROCESO

El maíz que se ha secado sobre la chimenea se separa en una artesa de madera donde se machaca con un pesado utensilio de madera en un laborioso movimiento de vaivén. Después de trabajar el maíz, se añade el plátano y, con más trabajo, se pulverizan los ingredientes.

Se añade agua y la mezcla se exprime y cuela a través de un colador tejido. El líquido recogido bajo el colador es la chicha, este proceso se repite varias veces, la mezcla de maíz se vuelve a triturar, se introduce en el agua de chicha y se cuela de nuevo. Finalmente, el líquido cremoso se hierve sobre el fuego antes de que esté listo para ser servido.

Para complementar su dieta básica de plátano, maíz y mandioca, los Matsés pescan y cazan, basándose en su conocimiento enciclopédico de la ecología de la selva tropical y en sus depuradas técnicas de caza y pesca.

CARNE DE LA SELVA

Los Matsés cazan una gran variedad de animales de la selva tropical; principalmente tapires (mamíferos del tamaño de un burro emparentados con el rinoceronte), pecaríes (que recuerdan a los jabalíes), ciervos, perezosos de dos dedos, armadillos, monos lanudos, monos araña, monos aulladores, monos saki, monos uacari, monos capuchinos, pacas (roedores del tamaño de un sabueso), agutíes (roedores más pequeños del tamaño de un perro), paujiles (parecidos a los pavos salvajes), pavas (aves del tamaño de una gallina), trompeteros (aves terrestres que viajan en bandadas), perdices, codornices y caimanes.

Como pueblo igualitario que son, los matsés comparten tradicionalmente la carne con sus parientes más próximos.

PESCA

El pescado complementa la carne de la jungla; los matsés reconocen más de 100 especies, entre ellas el pez lobo, el pez hacha, el pez dientes de perro, el pez cuchillo, el bagre acorazado, la lubina pavo real, las pirañas, las rayas de agua dulce y las anguilas eléctricas. Hoy en día, la pesca se practica más con anzuelo y sedal, pero también tienen un ingenioso método que utiliza una planta tóxica.

Esta planta conocida como chiun en Matsés (huaca en español local; Latín: Cliabadium remotiflorum) se utiliza para intoxicar a los peces haciéndolos saltar dentro y fuera del agua permitiendo a los Matsés simplemente atrapar con redes a los peces voladores. A diferencia de la liana de barbasco, más tóxica y comúnmente utilizada para envenenar los arroyos del Amazonas, esta toxina no tarda en desaparecer y los peces vuelven a la normalidad.