La alfarería tradicional del pueblo Awajún es elaborada íntegramente por mujeres, que se han especializado en el arte de fabricar diversos utensilios de barro para uso cotidiano u objetos utilizados en ocasiones festivas, como el almacenamiento de la bebida masato durante las grandes fiestas. La cerámica se conoce con el nombre genérico de Pining, nombre que reciben los nidos de los pájaros guacharos.
La producción de cerámica, que incluye ollas, tinajas y platos, entre otros, forma parte del arte y aprendizaje de la dakuma (conocimiento, sabiduría ancestral) de las mujeres Awajún. La cerámica está presente en sus mitos de origen, además de cumplir importantes roles dentro de la cultura. En los últimos años, la cerámica Awajún ha cobrado importancia en el mercado de arte y artesanía del país, lo que ha permitido a estas familias obtener ingresos.
Las mujeres awajún suelen decorar sus vasijas de cerámica con formas geométricas inspiradas en elementos de su entorno. El proceso de elaboración de la cerámica es bastante complejo y consta de cinco etapas: recogida de la materia prima, modelado, cocción, ornamentación y acabado. No cualquiera puede fabricar este tipo de cerámica, ya que requiere conocimientos y técnicas que se han transmitido de generación en generación durante miles de años.
Las abuelas del pueblo Awajún, conocidas como"dukúg", son las encargadas de enseñar estos conocimientos al resto de las mujeres, por lo que cumplen una importante función social al permitir que las jóvenes sean autónomas a través de la fabricación de cerámica.
MATERIALES:
Los elementos utilizados en la elaboración de la cerámica Awajún son obtenidos del bosque; arcilla, corteza de árbol, plantas, son insumos que forman parte del proceso de creación. El principal material de la cerámica Awajún es la arcilla o dúwa en lengua Awajún. Es considerada una arcilla especial por su alta elasticidad y por ello es precisa para trabajar la alfarería, además de ser considerada una arcilla "gorda" que se relaciona con la tradición oral Awajún, y se asocia con dos personajes míticos como Nántu (luna) y Aúju(Ayaymama - dentro de la cosmología Awajún, es el nombre de la esposa de Nantu), por ello, se asocia con la luna y el canto de Ayaymama como indicador para encontrar buena arcilla en el campo: "cuando sale la luna llena, en el lugar donde se posa el ave Ayaymama, es donde se puede encontrar buena arcilla" (Mincul, 2017).
Los depósitos de arcilla grasa se encuentran en las partes húmedas del bosque, en las orillas de las cochas y arroyos o incluso debajo de la tierra. Cuando las mujeres van en busca de arcilla, excavan en el barro gris y blanco, buscando burbujas en el barro como señal de la presencia de arcilla. Además, hay otros dos tipos de arcilla utilizados en la alfarería, como la yavi o yawi, que se utiliza para la base de las piezas grandes, y es un poco más blanda y blanca que la duwa. Otro tipo de arcilla es la duwa pachishtai, o "arcilla que no se mezcla con ningún tipo de corteza cuando se prepara".
El uso de la arcilla, o duwa, tiene reglas estrictas, como nos cuenta Luzmila:
"El duwe no es fácil de encontrar, pero una vez que lo encuentran saben dónde está. Los hombres o las mujeres pueden sacar el duwe, pero tiene un secreto. Para sacar el duwe no puedes acostarte con tu mujer, y la mujer no puede acostarse con su marido, la mujer no puede estar embarazada, no cosechan embarazadas, no cosechan lo que están menstruando, ese es su secreto. Luzmila, comunidad de San Antonio, Río Cenepa.
Otro elemento utilizado en la producción de cerámica es el yukuúku o corteza de apacharama (Hirtella triandra), que es uno de los materiales más importantes para la alfarería Awajún. El yukuúku es la ceniza obtenida al quemar la corteza de apacharama, que luego se mezcla con la arcilla para formar la pasta de la cerámica.
En el proceso de esta pasta, también utilizan otros materiales y mezclas, como el yukáip, que es una resina producida a partir del árbol (Vismia sp.) Este elemento sella las paredes de las piezas y proporciona un esmalte transparente en la cerámica. Los ceramistas compran o intercambian esta cera con personas de la zona fronteriza del Ecuador, en la Cordillera del Cóndor, y pueden hacer pedidos de este elemento, que puede tardar hasta tres meses en llegar (Mincul, 2015).
Existe una variedad de látex utilizados por los Awajún, como la "leche caspi" (couma macrocarpa) o daún en lengua Awajún. Es un látex blanco obtenido del árbol que se utiliza para barnizar las piezas de cerámica. Se puede aplicar en toda la pieza, tanto por dentro como por fuera, para cubrir porosidades. También se puede utilizar para dibujar diseños en la vasija mezclándolo con otros elementos como frutas, cenizas o arcilla seca.
Chipa y shijíkap son otras variedades de látex que las mujeres Awajún utilizan para sellar las vasijas, proporcionando un acabado que sella las porosidades de la cerámica.
HERRAMIENTAS DE CERÁMICA:
Las herramientas de alfarería awajún son elementos extraídos del bosque y transformados para ser utilizados como instrumentos de trabajo por las mujeres. Las herramientas de madera, en particular, son fabricadas por los hombres, quienes las entregan a sus esposas para que puedan trabajar. Entre los instrumentos que utilizan para hacer cerámica está el Púmput, que es un batán compuesto por una gruesa tabla de madera y una gran piedra ovalada. Se utiliza para moler la corteza quemada y convertida en ceniza, y también para mezclar la corteza de apacharama con la arcilla para hacer la pasta cerámica.
El tátag, también llamado tátan, es una fina tabla de madera sobre la que se coloca la pasta cerámica, se moldea y se transporta la vasija preparada. El kúishipip es también un pequeño instrumento utilizado para moldear la arcilla y alisar las vasijas. El Kúishipip se fabrica principalmente con el fruto seco del árbol conocido como Tsakáska (Jacaranda copaia), pero también se puede fabricar cualquier utensilio de concha dura o plástico.
Por otro lado, el Jinchaag es una piedra blanca, curva, alargada y pequeña que se utiliza para pulir las vasijas antes de la cocción. El Intash ayaimu es un pincel fino de pelo humano y mango de cerámica o cera de abeja.
Lo fabrican los ceramistas, que a menudo utilizan su propio pelo. Estos pinceles vienen en una variedad de tamaños y se utilizan para dibujar diseños en las vasijas.