Este trabajo conceptual de la artista sonora Nahun Saldaña Macedo pretende transmitir la estrategia de la comunidad Asháninka, que en 1989; en un momento crítico de la guerra interna en Perú, se organizó para expulsar con éxito a los terroristas de su territorio selvático. Entre sus estrategias estaba el uso de sus propias señales sonoras para comunicarse, sonidos que para cualquier habitante de la ciudad podrían confundirse con sonidos de pájaros en la inmensidad de la selva. Se trata de una exposición en dos partes.

La comunidad indígena Asháninka se encuentra en la región amazónica del sureste de Perú, entre los departamentos de Junín y Cerro de Pasco. Sus esfuerzos por defender su territorio continúan hasta el día de hoy, donde las plantaciones de coca son una amenaza a su territorio y a la seguridad de los líderes Ashaninkas que se oponen al narcotráfico.

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La segunda parte de la exposición tiene lugar en la sala de sonido, una habitación oscura sin luz donde el oyente puede interactuar con un entorno sonoro a través de una experiencia de "llamada y respuesta" que simula la selva de noche en un intento de comunicarse con los asháninkas y sus señales sonoras.

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Biografía | Nahun Saldaña ‍‍

Nahun Saldaña (n.1989) es un diseñador, investigador y artista sonoro que radica en el Valle de Cieneguilla, Perú. Su trabajo se centra en revelar la vulnerabilidad del ser humano en la naturaleza, entendiendo su impacto desde el sonido como un lugar de resistencia desde la esfera política, biológica y social.

Su trabajo ha sido exhibido en instituciones como el Convento San Agustín, Media Struch, Hangar, Mob Lab, Fundación Telefónica y en diferentes Festivales de Arte Sonoro. Su acercamiento al sonido proviene de la percusión en bandas con sonidos extremos, experimentando con diferentes estilos como el noise, el drone y ambient. Ha sido percusionista y guitarrista de bandas subterráneas peruanas como Ávida, Tefrosis, Rabia, Escarnnio, Thanatophobia, Robin, Paranoia, Cabeza de Perro Atómico, entre otras.

Actualmente está descubriendo las intersecciones entre la voz, el paisaje sonoro y la ecología sonora con el cambio climático y en la especulación de futuros sonoros.

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Queremos agradecer especialmente al artista Mariano León que nos haya dado a conocer la obra de Nahun Saldaña.