Un paisaje multifónico que teje las voces y los visitantes de un territorio
Para esta serie Crafting the Field #08, invitamos al artista sonoro Canto V. Engelhard a escuchar, compartir y grabar el paisaje sonoro del pueblo Matsigenka en su comunidad de Shipetiari, situada en la Reserva de la Biosfera del Manu, en la Amazonía peruana. Como comenta la artista Vered Engelhard: «...la necesidad de comprender las diferentes perspectivas entre los seres humanos y los animales en simultaneidad y coexistencia...» es parte integrante de su metodología creativa en el trabajo con el sonido. Vered titula su obra «todo lo que entra en esto / nokemake / por eso el cuento coincide».
Debemos considerar que la vida es una experiencia de escucha. Podemos estar de acuerdo en que, en la naturaleza y entre todas las culturas indígenas, el acto de escuchar es fundamental para su propio sustento: un acto instintivo, espiritual y participativo. 'Nokemake' es la palabra Matsigenka para expresar que "estoy escuchando" o "he escuchado", y por eso nosotros, como oyentes, somos capaces de experimentar esta profunda relación (a través del sonido) lo que constituye una parte necesaria de nuestra comprensión fundamental de lo que conecta a un pueblo con un lugar, una verdadera confluencia de mundos.


XG: ¿Cómo describiría su experiencia a través de estas coincidencias sónicas de su estancia con los Matsigenka en su comunidad Shipetiari y el equipo de Xapiri Ground?
C: «all that goes into this / nokemake / por eso el cuento coincide» es un paisaje sonoro creado por muchas manos. Narra una inmersión en Shipetiari, territorio Matsigenka, junto con Melanie, Jack y Davis, de Xapiri Ground. Compartí mis grabadoras de campo con quienes encontré como una forma de descentrar el dominio de las tecnologías de grabación. Algunos se sentaban a escuchar, como Venancio, que ha perdido parte de su capacidad auditiva, al igual que Ana, que pasaba horas tejiendo una bolsa con la audición amplificada. Otros compartían los auriculares y aprovechaban esta condición para mantener conversaciones más privadas dentro de la charla compartida en la mesa, como Alicia y Mary Luz, que recuerdan canciones entre susurros.


C: Guiados por el río Yanayaku, donde Lola y Luciano nos recibieron junto con Javier, Martha y Lucía, improvisé una especie de danza sonora con el agua para Javier, quien escuchaba desde la orilla lo que sucedía bajo el agua con un hidrófono. Días más tarde, Javier realizó una caminata sonora de dos horas a primera hora de la mañana, en la que grabó a los monos aulladores. Esa misma mañana, yo los grabé desde la cabaña en la que dormía, resonando con el sonido de un pájaro que me llamó la atención y que, más tarde, durante el proceso de edición, pude percibir que era el Tsintsikiti, del que David nos había hablado durante el viaje y que Javier pasó tiempo buscando en el catálogo de sonidos de aves de su teléfono.

C: En la casa de Mateo, compartí canciones en matsigenka y español con sus hijos Naobi y Jairo, y juntos conversamos con el río Otsegua. Ideamos un juego de semillas junto con Roger y Rolando, quienes más tarde grabaron a su padre, Roberto, enseñándome a tocar el pegombirintsi (arpa de boca) que él mismo había construido, junto con Nati, Martha y los pequeños Antonio e Idalia. Melody y Josmer desmontaron mi grabadora de campo, jugando con sus posibilidades sonoras y los límites de la audición amplificada, mientras compartían conmigo camu camu, cacao, plátano y papaya, algunas de las frutas de la chacra de sus padres y abuelos. También escuchamos a su abuelo David contar la historia de la serpiente, la araña, el escorpión, el seripigari, el tapir y el jayapa, y a todos nosotros haciendo preguntas con avidez sobre las perspectivas de los personajes de la historia, tratando de hacerlas coincidir.

XG: ¿Puede hablarnos del papel del Perspectivismo en este trabajo y de cómo lo entrelaza con el acto de escuchar y crear en y para el momento?
C: Uno de los títulos de esta obra, «por eso el cuento coincide», hace referencia a una frase pronunciada por Javier tras insaciables preguntas sobre la naturaleza del relato. El perspectivismo es un nombre que la antropología ha dado a la filosofía amazónica, de acuerdo con narrativas como las que presenciamos esa tarde. Se refiere a la necesidad de comprender las diferentes perspectivas entre los seres humanos y los animales en simultaneidad y coexistencia y, en este caso, el papel de las plantas maestras en estas dinámicas de cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos ven ellos, cómo vemos que ellos nos ven, cómo vemos que ellos se ven a sí mismos. Para este paisaje sonoro, el perspectivismo se convierte en una estrategia ético-estética, tejiendo la multiplicidad de subjetividades que se hacen presentes en los procesos de grabación y escucha como metodología de edición tanto in situ como digitalmente.
'nokemake' es una palabra que describe "estoy escuchando" o "he escuchado" en Matsigenka. Aquí, quién escucha y quién suena fluctúan constantemente, en un paisaje sonoro de perspectivas entretejidas que aspira a comunicar la profundidad y cotidianeidad de las muchas experiencias que se hacen audibles. Al paisaje se acompaña una mesa con objetos-símbolos-seres, huellas de lo vivido, caminado, conversado, escuchado.



XG: ¿Qué significa el título?
C: «Todo lo que hay detrás de esto» hace referencia a esta dimensión acumulativa de la experiencia. Es un fragmento de una frase de Steven Feld leída por Melanie y registrada por Venancio, en la que se contrasta la composición del paisaje sonoro con la escritura como modo de comunicar la coexistencia desde una perspectiva sincera. Sin pretender comprenderlos, espero poder hacerlo, a través de las grabaciones de las manos y los oídos de Javier, Venancio, Alicia, Mary Luz, Ana, Naobi, Jairo, Roger, Rolando, Melody y Josmer— entretejer también las presencias que aportan sus propias subjetividades sinceras, que hacen que este paisaje sea multifónico con el mío, en matsigenka, una lengua que no entiendo pero que es la lengua del territorio, cuyas voces son las verdaderas autoras de esta experiencia.

Biografía | Canto V. Engelhard

Vered Engelhard es une artista e investigadore peruane, cuya práctica se desarrolla desde el territorio. Colabora activamente con la Asociación de Siembra y Cosecha de Agua (ASYCA), dedicada al diseño comunitario de proyectos de custodia del agua en los Andes peruanos. Investiga cómo las tecnologías ancestrales andino-amazónicas despliegan culturas territoriales amarradas a la organización comunitaria y a las luchas por el agua y la tierra. Trabaja el paisaje sonoro desde el performance, a partir de técnicas expandidas de grabación de campo y diseños sonoros participativos hacia la justicia poética y socio ambiental. Ha dictado talleres sobre las posibilidades éticas y técnicas del registro sonor como intervención activa en el territorio, además de clases subgraduadas propioas sobre descolonización y ecologías feministas en la Universidad de Columbia (Nueva York), donde es candidato doctoral en Estudios Culturales Latino Americanos. En su proyecto musical 'Canto Villano' estructura performances con registros guiados por el agua (yakumama) como maestra, tejiendo sonoridades que honran el territorio y su historia con percusión de piedra, canto y pututo.
https://veredengelhard.bandcamp.com
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