Los instrumentos musicales en el mundo indígena representan un profundo vínculo con los rituales y las festividades, así como una comunicación especial con la naturaleza. A través del sonido podemos acercarnos al significado y la tradición del pueblo matsigenka. Cada instrumento tiene su propia historia y finalidad. Algunos están diseñados para acompañar cantos y danzas rituales, mientras que otros se utilizan en ceremonias sagradas o para transmitir conocimientos ancestrales. La mayoría de los instrumentos se fabrican con materiales obtenidos de la naturaleza, como huesos, madera, juncos, cueros o pieles de animales.
Explorar y conocer los instrumentos musicales indígenas nos brinda la oportunidad de acercarnos a un universo sonoro fascinante y nos invita a apreciar, valorar y respetar la diversidad musical indígena, reconociendo la importancia de preservar y difundir su uso, que se encuentra en preocupante declive.
El arpa de boca, conocida como pegonpirintsi en la cultura matsigenka, es un instrumento tradicional que utilizaban los seripegari o chamanes en los rituales de las ceremonias de ayahuasca. Hoy en día, pocas personas conocen el arte de fabricar este instrumento.
La construcción del pegonpirintsi se realiza con dos tipos diferentes de fibras: tsigeroshi, tsigiro y tirote o palma huingo. El proceso de fabricación consiste en limar cuidadosamente la fibra hasta obtener un acabado que permita fabricar un arco flexible, que se une a una fina cuerda en la parte inferior. Los extremos se ajustan con un nudo, formando así una pequeña arpa. Para producir el sonido, se coloca cerca de la boca, que actúa como caja de resonancia, y se utiliza una cinta corta para frotar las cuerdas, de forma similar a un pequeño violín.
La zampoña o sonkárintsi es uno de los instrumentos de viento que se utilizaba en ocasiones especiales, en el pueblo Matsigenka y está fabricado por hombres. Los materiales utilizados en la fabricación de las zampoñas son la caña y el bambú. Cada tubo emite un sonido especial cuando se sopla y se ata con hilos de algodón nativo.
La fabricación del tambor o tambora es exclusiva de los hombres. Se utilizan materiales extraídos de la selva, como la topa (madera de agua) o la mantoa, una madera dura a la que ahora es difícil acceder. Tambien se utiliza la fibra de cético y pieles de animales como el sajino, el mono y el otorongo, este ultimo utilizado para fabricar grandes tambores. Además, se utilizan semillas de huayruro y saraSara para darles un sonido especial.
Los tambores se utilizaban en festividades y danzas ancestrales que representaban sonidos de animales o aves del monte, como la danza de la pucacunga (Pájaro), o la danza del trompetista. Por ejemplo, una mujer tenía que ganar o atrapar al tamborilero, que representaba el sonido de los pájaros. Éstos interpretaban, tal vez, una escena cotidiana de caza de aves, como nos cuenta Romelia:
"Se trataba de una canción que es de animal, por ejemplo, la pucacunga o trompetista a su ritmo de que tocan, entonces las mujeres ya sabían bailar, formaban su grupo, y una de las señoras tenía unos adornos parte de sus hombres, eso es lo que daba el sonido, dependiendo del sonido que el tamborilero va a tocar, cuando decimos que agarran al tamborilero, la mujer ya le ha pegado" - Romelia, Shipetiari, 2023.
Hoy en día, el uso de tambores ha disminuido considerablemente, y han sido sustituidos por música emitida a través de la radio durante festividades o reuniones.